La Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Orihuela, que dirige Rafael Almagro, se encuentra preparando un amplio programa de actividades para conmemorar el V Centenario de la Batalla del Rincón de Bonanza, también conocida por la Batalla de Orihuela, que tuvo lugar el 30 de agosto de 1521, durante la Guerra de las Germanías.
Como ha anunciado el edil el jueves 3 de junio en el acto de presentación de la nueva página web de la concejalía (https://patrimoniohistoricodeorihuela.com) entre los actos que se están ultimando, sobre todo, en el mes de septiembre, y que se desarrollarán hasta final de año, destacan exposiciones, conferencias que impartirán reconocidos historiadores, así como alguna publicación conmemorativa. Se está valorando también la realización de alguna teatralización en el mismo lugar donde aconteció la batalla a cargo de actores que recrearán ese día.
En la ciudad oriolana existen historias que están en la sombra, por lo que la misma concejalía va a dar luz a un suceso que marcó la historia de Orihuela en un momento donde los murcianos intentaban invadir Orihuela tras años de inestabilidad en la Diócesis de Cartagena y que supuso el dictamen de León X sobre la creación del Obispado de Orihuela.
Hecho histórico
La Batalla del Rincón de Bonanza se enmarca en la Guerra de las Germanías, un conflicto que se produjo en los reinos de Mallorca y Valencia a comienzos del reinado de Carlos I, entre 1519 y 1523. Orihuela fue una de las ciudades más importantes de la Corona de Aragón y por ello clave en el alzamiento contra el emperador. En el año 1518 los gremios de oficios se alían a la germanía liderada por el notario Pedro Palomares y consiguen con ello derrotar al virrey de Valencia y expulsar a la nobleza de la Gobernación de Orihuela. Así, el pueblo llano se opuso al reinado de Carlos I y a la nobleza.
En 1521 el virrey de Valencia dividió el ejército en dos para reducir a la capital del Reino de Valencia y a la ciudad de Orihuela. Las tropas reales-nobiliarias comandadas por el Marqués de los Vélez y el gobernador Don Pedro Maza se enfrentaron a los agermanados en la Batalla del Rincón de Bonanza donde les infringen una severa derrota. Los jefes de la revuelta, con Pere Palomares a la cabeza, fueron ahorcados y descuartizados y la ciudad sufrió durante más de un mes el saqueo de piezas patrimoniales importantes para la ciudad oriolana por parte de los vencedores. Esta derrota en la ciudad más importante del sur del reino de Valencia desembocó en la caída de Elche, Alicante y Valencia, que se rindieron sin oponer resistencia.
