Decenas de grupos de personas acudieron el pasado sábado 19 de junio a la jornada de puertas abiertas para conocer las excavaciones que se están realizando en el Yacimiento Arqueológico ‘Los Saladares’ organizada por la Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Orihuela.
Así, el edil del área, Rafael Almagro, ha señalado con respecto a esta cita que por la pandemia «hemos tenido que limitar el número de visitantes», los cuales «fueron organizados por grupos a los que se les explicaba lo que estaban viendo». Por tanto, no descarta organizar más jornadas de este tipo.
Las excavaciones del yacimiento dirigidas por el catedrático de Historia Antigua, Alberto Lorrio, están siendo tuteladas por la Universidad de Alicante (UA), la cual ha colaborado en esta jornada de puertas abiertas. Uno de los objetivos será poner en valor el lugar para hacerlo visitable, además del hecho de excavarlo y actualizar las investigaciones.
Descubrimiento
El yacimiento arqueológico de Los Saladares se encuentra a unos tres kilómetros de la ciudad de Orihuela, en la proximidades de la vereda de Buena Vida, entre las pedanías oriolanas de Desamparados y Arneva. Está situado al sur del río Segura, en el paraje conocido como Los Cabecicos Verdes. Se asienta en la ladera norte de un pequeño cerro, que debió estar rodeado por una laguna de carácter endorreico, almarjales y saladares, de los cuales aún quedan vestigios.
El yacimiento fue descubierto por Vicente López Rayos, natural de Desamparados, y fue excavado por los arqueólogos Oswaldo Arteaga y María R. Serna a principios de los años 70 del siglo XX. Se trata de un poblado de larga cronología que tiene su origen en el Bronce final, en torno al siglo IX/VIII antes de nuestra era y perdura hasta un momento pleno de la cultura ibérica ya en el siglo III a. C.
Sus excavadores documentaron la existencia de distintas fases de ocupación: Bronce Final, Hierro Antiguo, Cultura Ibérica Antigua y Cultura Ibérica Plena. Es de destacar la presencia, entre los ajuares del Hierro Antiguo o Periodo Orientalizante, de materiales de importación fenicia y paleopúnica, como ánforas, cerámicas grises y cerámicas de engobe rojo. Así, se puso en evidencia la importancia del factor fenicio en la génesis de la cultura ibérica, convirtiéndose este yacimiento en referencia obligada en la bibliografía sobre estos periodos culturales.
BIC
La importancia de los hallazgos motivó su declaración como monumento histórico-artístico y arqueológico, de carácter nacional, según Decreto 2949/1978, de 27 de octubre. Por tanto, se trata de un BIC (Bien de Interés Cultural), de acuerdo con la Disposición Adicional Segunda de la Ley de Patrimonio Histórico Español y la Disposición Adicional Primera de Ley de Patrimonio Cultural Valenciano.
Tras casi 50 largos años de abandono, en 2019 el Ayuntamiento de Orihuela compra el yacimiento a fin de estudiarlo, conservarlo y ponerlo en valor para disfrute de los conciudadanos y para convertirlo en un producto de turismo cultural.
