La Iglesia Catedral de Orihuela ha acogido el acto de presentación de la obra ‘Retrato de Juan Viudes, canónigo de la Santa iglesia Catedral de Orihuela‘, óleo sobre lienzo del siglo XVIII adquirido recientemente en una casa de subastas por el Cabildo Catedralicio de Orihuela.
El acto ha contado con la asistencia de José Antonio Gea Ferrández, deán-presidente del Cabildo Catedralicio de Orihuela; Gemma Ruiz Ángel, conservadora del Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela y profesora del Departamento de historia del Arte de la Universidad de Murcia, y Mariano Cecilia Espinosa, conservador del Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela y profesor del Departamento de historia del Arte de la Universidad de Murcia.
Para José Antonio Gea, «recuperar patrimonio es importante, al igual que conocer a personas que han hecho posible que nuestra iglesia tuviera momentos de esplendor, como sucedió en el sigo XVIII». La Catedral alberga un tratado escrito a mano por Juan Viudes y su sepultura está también en la Iglesia Catedral oriolana en la capilla de San Pedro. El deán-presidente del Cabildo Catedralicio de Orihuela ha señalado que esta pintura necesitará de una futura restauración, aunque su estado de conservación es bueno.
Por su parte, Mariano Cecilia ha mostrado su satisfacción por haber conseguido recuperar esta obra de arte detectada en una casa de subastas en Madrid por el equipo del Museo de Arte Sacro y adquirida por 1.500 euros. «La obra es muy interesante y corresponde a un pintor de la zona Orihuela-Murcia sobre el que estamos investigando. El cuadro está fechado porque lleva una cartela identificativa como explica el director técnico y conservador del Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela.
En esa cartela orlada del extremo inferior derecho se puede leer la siguiente leyenda: «D. Juan Viudes, maestro en Artes, doctor en Sagrada Teología, Arcediano de la Santa Iglesia de Orihuela, examinador sinodal y de la Universidad y Estudios, calificador del Santo Oficio de la Inquisición de Murcia, murió el día 7 de junio del año 1720 de edad de 73 años«.
Para Mariano Cecilia, «es una obra interesante para conocer cómo pintaban los artistas de esta zona en aquella época, antes de la llegada del gran pintor Antonio Villanueva«.
José Antonio Gea también ha remarcado la importancia de seguir apostando por la cultura y la historia mediante las obras artísticas, piezas museísticas y archivísticas, y por supuesto musicales como el órgano de la Catedral, que sigue su proceso de restauración a buen ritmo, pero para el que todavía queda mucho trabajo que realizar y para lo cual todavía se necesitan apoyos económicos de la campana ‘Apadrina un tubo‘, iniciada en el mes de junio por la institución catedralicia para recuperar esta importante pieza musical.
Estudio de los distintos aspectos biográficos del sacerdote retratado en el lienzo
Juan Viudes nació en 1647, se formó como maestro en Artes y doctor en Sagrada Teología, y ejerció a lo largo de su vida distintos cargos eclesiásticos: examinador sinodal y de la Universidad de Orihuela, calificador del Santo Oficio de la Inquisición de Murcia y ostentó la dignidad de Arcediano de Alicante en la Catedral de Orihuela. Este último desempeño queda reflejado en las actas capitulares conservadas en el Archivo Catedralicio de Orihuela. En este sentido, el 19 de noviembre de 1714 presentó ante el Cabildo de la Catedral las bulas papales que le concedían el Arcedianato de Alicante, dignidad que tomaría posesión en la sesión capitular siguiente. A su muerte, acaecida el 7 de junio de 1720, a los 73 años, su arcedianato pasó al presbítero Juan Roca Rocamora, según consta en el acta del cabildo de 17 de marzo de 1721, dignidad que, posteriormente, fue suprimida, en concreto, el 28 de junio de 1770.
El Arcedianato de Alicante fue la segunda dignidad que se instituyó en la erección de la iglesia del Salvador y Santa María de Orihuela en Catedral. El canónigo que la ostentaba debía tener el grado de doctor en Teología o en Sagrados Cánones. Entre sus funciones, destacaba aquella que debía sustituir al Arcediano de Orihuela, en caso de ausencia, para asistir al señor Obispo en la consagración de los Santos Óleos, además de cantar las misas y oficios siguientes: Día de San Sebastián, Dominica prima de Mayo en la festividad del Rosario, el sábado vigilia de Pentecostés, el 14 de julio, día de la consagración de la Iglesia Catedral, y en las fiestas de Nuestra Señora de las Nieves, de la Presentación de Nuestra Señora y la Expectación.
En el lienzo se pintó a Juan Viudes de ligero perfil mirando hacia el espectador de la obra y ataviado con la indumentaria propia de los canónigos de la sede catedralicia de Orihuela. Situado en su despacho, en una estancia donde se observan en el fondo motivos arquitectónicos clásicos, aparece sentado en un sillón frailero ricamente ornamentado con lujosos textiles y apoyando su brazo derecho sobre una mesa, en donde se sitúa un papel en blanco, plumas y un tintero, elementos que hacen referencia a su carácter académico, mientras sostiene en su mano un misal, en clara referencia a su fe. El carácter intelectual de este sacerdote que se muestra en el cuadro queda documentado en distintos tratados manuscritos relacionados con el derecho, la organización y las rentas de la Catedral de Orihuela conservados hoy día en su archivo.
En la obra también se pintó el escudo heráldico de la familia Viudes, en ese momento con la condición de hidalgos, quienes, posteriormente, alcanzaron el titulo de marqués de Ríoflorido (1794). La familia Viudes fue un linaje vinculado a Almoradí, y a la ciudad de Orihuela, con enterramiento propio en la Catedral, actualmente conservado y localizado en la capilla de San Pedro. En este sentido, el pintor de la obra quiso inmortalizar a Juan Viudes una vez ya fallecido, aspecto que permite situar cronológicamente la obra hacia 1720, señalando su carácter religioso como canónigo de la seo de Orihuela, la vertiente intelectual como doctor, y el estatus nobiliario familiar.
Recuperar la memoria de la propia historia de la Catedral
Para Mariano Cecilia, la adquisición de este retrato por parte del Cabildo Catedralicio de Orihuela «es una magnífica iniciativa, pues supone recuperar la memoria de los antiguos capitulares y de la propia historia de nuestra Catedral, como ya se hizo recientemente con la restauración del retablo de San Cristóbal en donde aparecía la figura del prebendado Cristóbal Ripoll, y una relevante aportación artística que permite conocer mejor la pintura del siglo XVIII en el Sur valenciano«.