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El fallo del premio, al que se han presentado 343 poemarios, se ha dado a conocer de manera telemática debido a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 tanto por el presidente del jurado, el catedrático de Literatura Española en la Universidad de Murcia, Francisco Javier Díez de Revenga, como por el director de la Fundación Cultural 'Miguel Hernández', Aitor Larrabide, los cuales han querido destacar la esperanza que deja este nuevo libro, cuyo autor es un enamorado del poeta oriolano
El escritor gallego Javier Rodríguez González obtiene el Premio Internacional de Poesía 'Miguel Hernández' 2021 con su obra 'Corredora de fondo'
El poeta oriolano Miguel Hernández que da nombre al Premio Internacional de Poesía./TCVB

El escritor gallego Javier Rodríguez González con su obra ‘Corredora de fondo’ ha sido el ganador del Premio Internacional de Poesía ‘Miguel Hernández-Comunidad Valenciana’ en la edición de 2021, convocado por la Fundación Cultural Miguel Hernández, dotado con 8.000 euros, un elemento artístico acreditativo y su publicación a cargo de la prestigiosa editorial madrileña Devenir.

El fallo del premio, al que se han presentado 343 poemarios, se ha dado a conocer de manera telemática debido a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 tanto por el presidente del jurado, el catedrático de Literatura Española en la Universidad de Murcia, Francisco Javier Díez de Revenga, como por el director de la Fundación Cultural ‘Miguel Hernández’, Aitor Larrabide, los cuales han querido destacar la esperanza que deja este nuevo libro, cuyo autor es un enamorado del poeta oriolano, en unas fechas en que se conmemora el 79º aniversario de la muerte del universal Miguel Hernández.

Nacido en Ourense en 1983, el ganador de esta edición es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Santiago de Compostela y diplomado en Ciencias Religiosas por la Universidad Pontificia de Salamanca. Funcionario de carrera, trabaja desde hace años como profesor de Enseñanza Secundaria en el IES Mariano Quintanilla de Segovia. En su libro ‘Preludio a la ceguera’ (2014) se recoge gran parte de su producción escrita en gallego y castellano y también ha colaborado con poemas, reseñas y textos ensayísticos en revistas, como ‘Encrucillada’, ‘Piedra de Molino’, ‘El Cobaya’, ‘Rudesindus’ y ‘Auriensia’.

Rodríguez ha sido merecedor de varios premios y distinciones, en las dos lenguas en que ha publicado, castellano (segundo premio en el IV Certamen Cultural Jóvenes Artistas de Cáceres en 2006; segundo premio en el XVII Certamen Internacional de Poesía Hermandad de Cofradías de Peñaranda de Bracamonte en 2011; y finalista del I Premio de Poesía de Cabra en 2013) y gallego (ganador del VII Certamen Literario del Concello de Ames en 2010; ganador del XXVI Certamen de Poesía ‘Feliciano Rolán’ en 2012; segundo premio en el I Certame de Poesía ‘Manuel María’ en 2013; ganador del VI Certamen Literario ‘Terras de Chamoso’ en 2013; ganador del Certamen a Pipa Alta Montaña Luguesa en 2013; y ganador de la VII edición do Certamen de Poesía’ Manuel Leiras Pulpeiro’ en 2019).

El autor gallego también ha participado en varias obras colectivas, como el VII Certamen Literario del Concello de Ames (2010) y los Premios Terras de Chamoso, en su IV, V y VI edición de Arumes (2011).

 

Jurado

El jurado ha estado compuesto, además de por su presidente, patrono de la entidad, por la catedrática de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Alicante (UA), Carmen Alemany, y los poetas y profesores Joaquín Juan Penalva, de la Universidad Miguel Hernández (UMH), y Arcadio López-Casanova, de la Universidad de Valencia (UPV), y el editor Juan Pastor. El director de la entidad convocante ha actuado como secretario.

El presidente del jurado destacó «la gran cohesión y unidad del poemario, así como su modernidad, su originalidad y estilo propio, y su lenguaje moderno. También su tono reivindicativo y sinceridad autobiográfica». Mientras, Alemany subrayó «su frescura, decisión y autenticidad, así como su buena estructuración».

Por su parte, el profesor Penalva resaltó que el libro «posee una estructura novedosa, con algunos poemas largos que mantienen la tensión lírica. Hay referencias culturales  y sentimentales de los años ochenta o noventa, pero también a los ‘western’ o a la ‘nouvelle vague’». Además, destacó que «el autor construye varias voces, personajes y correlatos que responden a una determinada memoria sentimental».

También López Casanova indicó que se trata de un libro «con tres valores: una estructura muy unitaria, un mundo representado muy personal, de original proyección (y transposición) autobiográfica y un lenguaje de singular riqueza imaginativa». Concluyó diciendo que «el autor del libro ha logrado sostener la tensión poética» y destacó «los acertados montajes de la modalización, el juego que hace el ganador del premio de actitudes y voces líricas y que da al conjunto una interesante y llamativa variedad polifónica».

De igual forma, el editor Pastor, además de subrayar del libro «la riqueza expresiva», adelantó que la obra saldrá publicada en una tirada de 1.500 ejemplares en el próximo mes de septiembre, y siempre que lo permitan las circunstancias sanitarias.

 

Ganador

El director de la Fundación Cultural ‘Miguel Hernández’ comunicó al ganador la concesión del premio, y Rodríguez remitió un texto que idolatra al poeta oriolano Miguel Hernández diciendo que «¿Cómo expresar en justas palabras toda mi gratitud y emoción al obtener un premio literario tan ilustre, estrechamente vinculado, además, al nombre de uno de los autores más emblemáticos de nuestra literatura? De la obra de Miguel Hernández, bajo cuyo fecundo y luminoso magisterio pude crecer y madurar en la ardua vocación de poeta, he admirado el poderío lingüístico e imaginativo de ‘Perito en lunas’, el dominio del soneto en ‘El rayo que no cesa’ y, particularmente, el que considero el más alto de sus logros estéticos: los versos imborrables que forman el tríptico ‘Hijo de la luz y de la sombra’.

Para finalizar señaló que «pasados ya tantos años de su triste desaparición, sobrevive la voz del escritor que es ya un clásico, la huella inolvidable de su personal fuerza telúrica». Se trata de «obra poética, como es bien sabido, de hondas raíces humanas, que da cumplido testimonio, a veces de manera desgarradora, de una aventura existencial en la que no faltaron momentos de tribulación y dolor».

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