Compartir
Twitear
Enviar

Es cercana y, como ella misma se define, «tremendamente empática». Es puro sentimiento, es emoción. Capaz de que se le salten las lágrimas, si le cuentas una pequeña historia de vida. Tiene una voz con la que puede hacer todo lo que se proponga, de esas que impresionan, de esas que te sumergen en cada una de las palabras que van sonando por su garganta, en cada gesto, en cada suspiro, en cada respiro.

Es capaz de emocionar a estadios enteros y, sin embargo, cuando se baja del escenario, de ser la más humilde de todas. Es Esmeralda Grao, una oriolana que disfruta y vive de su pasión, la música y de esas pequeñas cosas que la vida le ofrece.

En Todo Cultura Vega Baja le teníamos ganas y, por fin, nuestro deseo se ha hecho realidad. Un par de horas con ella ha servido para conocerla un poquito mejor y descubrir que, a pesar de que canta tremendamente bien, es mucho mejor persona.

(Al final de la entrevista escrita se puede escuchar el audio completo)

Pincha para ver un programa de Antena 3 en el minuto 27, en el que se le menciona con la frase ‘Nunca me hiciste una canción porque no sentías’ del tema ‘Margaritas a los cerdos’.

Pregunta: ¿Qué tal todo?

Esmeralda Grao: Muy bien, no nos podemos quejar.

Esmeralda Grao, cantante: "Si realmente tengo algún triunfo en la vida, es poder dedicarme a mi vocación"P.: Estás pasando unos días en tu tierra, pero no paras porque hace aproximadamente un mes sacaste ‘Margaritas a los cerdos’.

E. G.: Sí, es un tema muy rockero, con mucha fuerza, muy dinámico, muy alegre y además, está teniendo muy buena acogida en plataformas digitales, tanto en youtube, en spotify, iTunes y ahí se puede escuchar. Voy a sacar como pildoritas. Poco a poco irán saliendo canciones, cuando hayan hecho su recorrido. En un mes había ya más de 17.000 escuchas, así que muy contenta.

P.: Es una canción de despecho, desamor, pero con mucha fuerza, muy buen rollo. Normalmente tenemos la idea de que una canción de estas características tiene que ser lenta, flojita, y ésta es todo lo contrario…

E. G.: No tiene por qué. Es una canción de despecho, pero con buen rollo, como: «He decidido que ya he cerrado este capítulo y dentro del desamor, estás contenta, voy a dejar de echar margaritas a los cerdos», como dice una de las frases.

P.: Yo que te sigo en el Facebook veo que te gusta jugar con todos los que te seguimos.

E. G.: Un mes antes de sacarla, sí. Iba poniendo pistas como margaritas para que adivinaran el título. Pero yo lo hago porque a mí me gusta también que me lo hagan.

P.: Pero también les estás haciendo cantar.

E. G.: Eso también. Me da mucha alegría. Es como vestir la canción de tiros largos. La echas al mundo y cuando alguien de repente de Argentina, Ecuador,… te hace una versión, te la graba en vídeo y te la manda para publicarla, es muy chulo.

P.: ¿Y qué siente Esmeralda cuando le llega ese trocito de la canción de alguien cercano o de tan lejos como del otro lado del charco?

E. G.: A mi me parece alucinante. Son las cosas buenas que tenemos con las tecnologías. Igual lo hacen mis dos sobrinas y cantan un trocito, pero de repente una chica de Argentina que no la conozco de nada, la veo con un hermanito cantando la canción, me parece una pasada. Me enorgullece mucho.

Esmeralda Grao, cantante: "Si realmente tengo algún triunfo en la vida, es poder dedicarme a mi vocación"P.: Estamos disfrutando ya de la canción. ¿Vas a hacer vídeo?

E. G.: Estamos en ello, pero no sabes lo difícil que es. Cuando me pongo a crear, creo películas, prácticamente son cortometrajes y eso significa mucho dinero, mucha gente involucrada, actores… La primera idea era inviable. Teníamos que gastar una pasta, y yo que siempre ando de forma independiente y que no tengo tampoco detrás una multinacional que esté poniendo dinero, ni un mecenas, ni a nadie, pues, al final, decidimos cortar. Nos pusimos a darle vueltas y ya estamos preparando otra idea que he tenido jugando con el ‘croma’ que se está utilizando mucho últimamente, y ahora pues a ver si termino de hacerlo. Pero lo que pronto va a salir es el ‘video lyric’ tipo karaoke para que la gente pueda cantarla a la vez que la escucha.

P.: «Cómo escribir una emoción, si no late el corazón» es una de las frases de la canción que a mí me encantó desde el primer momento que la escuché. Debe ser difícil. ¿Cómo compone Esmeralda?

E. G.: Yo siempre digo «lo que he sufrido», pero si se sirve para escribir canciones… porque yo no sé vivir de otra manera. Soy muy apasionada para todo y lo vivo todo muy intensamente. Eso tiene su lado bueno, que cuando lo estás pasando bien, está muy bien, pero cuando sufres, pues sufres mucho, pero no lo he elegido yo. Es mi condición.

P.: ¿Necesitas algún tipo de inspiración a la hora de componer?

E. G.: Que me pasen cosas, que pasen cosas cerca o que vea cosas. Me puedo inspirar viendo una canción, un documental, algo que una amiga me cuente, de mi propia vida,… Yo no sé escribir de oficio. Hay gente que escribe porque tiene oficio. Me pasa con un chico con el que compongo a veces para Pastora Soler, Malú, Chenoa, Bisbal, que han grabado temas míos. Él tiene mucho oficio pero yo necesito ponerle verdad, necesito ponerle historia y meterme en el personaje.

P.: Cuando vivías en Orihuela e ibas al instituto, mucha gente te conocía porque siempre cantabas con tu guitarra. ¿Cuándo te dio, no sé si llamarlo locura, el decir, «mamá, yo quiero cantar»?

E. G.: Pero no de mayor. Yo era chiquitita, tenía 6 o 7 años, y ya cantaba. Ya tenía una guitarra que empecé a aprender a tocarla con 8 años, y ya hacía canciones. Me subía a la terraza de casa de mi madre a cantar. No les ha pillado de susto. Les ha dado tiempo a digerirlo bien. Te hacían la pregunta típica: «¿qué vas a ser de mayor?», y contestaba: «yo, cantante». Y mi madre decía: «anda que no vas a pasar hambre ni nada», y respondía: «no me importa, si canto debajo de un puente o en un teatro pero yo cantaré». De alguna manera eso sí que lo he cumplido.

P.: De todas formas en tu familia hay músicos.

E. G.: Sí, pero yo era como la oveja negra. Mi hermano mayor es músico de conservatorio con su plaza fija. Hay un poco esa mentalidad de nuestros padres y abuelos, y que es entendible al cien por cien. Iban más por ahí, querían algo más seguro para mí. Pero yo no soy músico como mi hermano que es de conservatorio, de una disciplina más de lectura, más académico. Mi hermano no escribe, por ejemplo, no compone. La creatividad te lleva por otros derroteros. Yo iba al conservatorio y para mi no era un buen lugar para aprender. Yo tenía que aprender de otras cosas, porque enseguida me aburría. Querían algo más seguro para mí.

P.: Tenías la idea tan clara de que querías ser cantante que te llevó a Madrid y ya tienes seis discos.

E. G.: Hasta llegar a Madrid ha sido un periplo. Estando en Orihuela ya estudiaba en el Conservatorio de Orihuela y en el de Murcia. También estudié Arte Dramático en Murcia. Luego me fui a vivir cuatro años a Murcia, mientras estudiaba. Allí gano el Festival de Beniel, que el premio eran de 100.000 pesetas, y con ese dinero me pude ir, matricularme, comprarme los libros, pagar los primeros alquileres para estar viviendo en Murcia cuidando niños, dando clase de solfeo a gente, he hecho de todo y me fui allí a estudiar. A los cuatro años de estar en Murcia me surgió la oportunidad de ir a Madrid. Empecé haciendo coros para gente. He hecho muchas cosas, también puede ser porque tengo esa versatilidad para poner hacerlas. Al haberme educado desde muy chiquitita en todo tipo de conjuntos y grupos vocales, también se educó mucho la voz en lo que es armonizar, en hacer coros… De ahí que haya hecho de todo. Desde coros en discos para aburrir, he grabado publicidad, he compuesto para otra gente, para mi, he hecho mis discos propios, he dado clases de canto, cuando he tenido que hacerlo, y eso me ha permitido que haya podido mantenerme todos estos años de la música. Si realmente tengo algún triunfo en la vida, es poder dedicarme a lo que me gusta, a mi vocación. Es muy difícil. He hecho de todo a nivel musical y no he tenido que trabajar en nada fuera de la música y eso es un gran éxito. No todo el mundo puede decir eso.

Esmeralda Grao, cantante: "Si realmente tengo algún triunfo en la vida, es poder dedicarme a mi vocación"P.: ¿Con quién has trabajado?

E. G.: Uff. Caco Senante fue el primero que me llevó de gira. Marta Sánchez, Malú, Álex Ubago, Sergio Dalma, Enrique Iglesias, Serrat, Melendi, hice la voz de Milli Vanilli, de ‘La década prodigiosa’,… De todos esos grupos he cantado yo las voces, en muchos discos de gente que no canta mucho. He hecho de todo, tanto en directo en gira, como en estudio, porque me pagaban y tenía que pagar el alquiler. Yo no tenía a nadie que me ayudara.

P.: A Esmeralda se la conoce mucho pero, ¿puede ser que se la conociera más por trabajar con Nacho Cano?

E. G.: También lo del Festival de Benidorm fue bastante importante. Después de lo de Benidorm hice lo de Nacho Cano, que fue lo que la gente puede recordar. Es que parece que si no sales por la tele, no existes. Lo de Nacho Cano fue muy bonito porque hizo un casting de voces femeninas, eligió a tres o cuatro chicas y grabamos todos los discos. En la canción ‘La aventura de la vida’ fue en la que yo hice de solista. Es un tema muy íntimo, muy suyo, muy personal. En principio, pensó en Malú para que la cantara. Me dijo que la grabara para que la escuchara ella y luego, con el paso del tiempo, me enteré que mientras yo la estaba grabando, se le pusieron los pelos de punta y decidió que la cantara yo. Eso se solapó con el musical ‘Hoy no me puedo levantar’, con mi maternidad, y hay veces que no puedes abarcar tantas cosas. He tenido que criar a mi hija sola en Madrid. Ahora es más grandecita y se cría sola prácticamente, pero de pequeña no podías irte por ahí de gira por ejemplo a México. El disco ‘Exactamente igual que tú’, por ejemplo, se vendió sólo en México, no pude ir a hacer promoción. Mi hija tenía dos años y no podía dejármela aquí.

P.: Ya que has nombrado ‘Exactamente igual que tú’, vamos a hablar de él. Yo creo que es el más conocido, pero tiene rasgos árabes. ¿Qué le pasa a Esmeralda con este tipo de música?

E. G.: El primer disco fue en Los Ángeles con un compositor valenciano, pero afincado en Hollywood que hace bandas sonoras. Fue’‘Bella y oscura’. Luego grabé ‘Tan dentro’, que es más pop, más modernito y fue el primero que hice en España, y ‘Exactamente igual que tú’, creo que es el trabajo que mejor de define. Ahí es donde empecé a hacer algunos temas con aires flamencos, árabes, un poco mozárabe, que yo creo que me vino de mi padre. Cantaba flamenco muy bonito, le llamaban ‘Juanico el Pinares’. Cantaba fandangos de Huelva, cante jondo. Yo nunca había cantado, ni había compuesto nunca nada con esos aires hasta que, de repente, un año en Madrid empecé a componer así canciones. Me salió la raíz un poco a los treinta y pico.

P.: ‘Su pueblo y el mío’, esto me suena a Miguel Hernández.

E. G.: Eso fue otra liada de otro fan. Ya te digo que yo no sería nada sin mis seguidores. Son ellos lo que me pinchan. Yo estoy muy ocupada en ganarme la vida para subsistir. Son mis fans los que me dicen «oye, que va a ser el centenario de Miguel Hernández, tienes que hacer algo». Yo ya había musicalizado en el instituto ‘Vuelo’, pero para esta ocasión me leí toda su obra. Estaba hernandianizada completamente. Me leí toda su vida, su teatro, la poesía, el epistolario completo, y la verdad, creo que es un gran disco. Además, tiene mucho trabajo, un año y medio que no vivía para otra cosa, día y noche. Estaba medio dormida y me despertaba así como a las tres de la mañana y apuntaba todo lo que me venía, las melodías,… fue muy chulo. Y luego es curioso, hago un pequeño guiño a Serrat, que es uno de los grandes que ha dado a conocer a Miguel Hernández, y curiosamente sin yo saberlo, él musicó ‘Vuelo’ en el último trabajo que ha hecho, y también yo lo he llamado ‘Campea mayo amoroso’ y Serrat lo había musicado, pero con diferente título. Me voy dando cuenta, cuando la gente me lo dice. Coincidimos en dos poemas con lo larga y extensa que es su obra y con música totalmente diferente.

P.: Otro de los discos es ‘Sottovoce’, un trabajo impresionante y diferente al resto.

E. G.: Sí. Creo más canciones de las que puedo materializar en disco. Componer es una necesidad. Hay veces que escribo y se quedan las canciones ahí. Ya llevaba unos años sin sacar nada, así que salió ‘Sottovoce’. Como soy independiente y grabar un disco cuesta mucho, elegí los temas que mejor iban a quedar arreglados con menos cosas. Es el disco más acústico. Tiene muchos detalles, las voces están muy cuidadas, las percusiones, las guitarras, todo muy mimado. No podía meterme en una superproducción. Aunque luego se mezcló en Los Ángeles, es verdad que lo pudimos hacer para que no costara tanto dinero. Tocó Víctor Iniesta, que ahora está con Manolo García, ha tocado con David De María, también en mi banda, es de ‘El Bicho’. Es el disco más intimista, pero tiene letras muy bonitas.

Esmeralda Grao, cantante: "Si realmente tengo algún triunfo en la vida, es poder dedicarme a mi vocación"P.: Eres artista asidua a los escenarios, pero, sobre todo, a mi me gustó mucho ese trabajo que hiciste con otras cantantes, dando ese apoyo, ese homenaje y ese grito a la mujer.

E. G.: Me estás hablando de la plataforma de mujeres artistas contra la violencia de género. Lo más bonito es eso, el apoyarnos entre nosotras para darle también voz a la gente que no la tiene. Con esa plataforma hemos hecho viajes impresionantes a Irak, a Palestina, a Sahara, a Guatemala, a sitios donde la mujer tiene unas condiciones realmente desastrosas. Eso da sentido a tu trabajo, el haberte dedicado a la música. Que hagas un concierto en México, y una de mis canciones, ‘Rescatar una ciudad’, se convierta en prácticamente en el himno de la plataforma… Cuando fuimos a Cuidad Juárez, al ver todo el feminicidio, me dije que tenía que cambiar la letra y la dediqué a las mujeres maltratadas y asesinadas. De alguna manera encuentras sentido el dedicarte a esto. Ves que puedes hacer cosas que no se te habían pasado por la cabeza. Te dedicas a la música porque te gusta, porque es tu don, tu talento y es tu forma de expresar, y que veas que esa canción, que la has creado en Madrid porque echas de menos tu pueblo, y que solamente por haberla dedicado a estas mujeres, se convierta en casi un himno, pues es impresionante. Se grabó en un disco con una orquesta sinfónica de mujeres y con Cristina del Valle a la cabeza. Hemos estado recogiendo el premio internacional ‘Silver Rose’ en Bruselas con esa canción también. Es una pasada porque va por delante de ti.

P.: ¿De qué trabajo te sientes más orgullosa?

E. G.: De mi hija. Y si me hablas de trabajo musical, pues no sé. Es como si le dices a una madre a qué hijo quiere más. El que mejor me define es ‘Exactamente igual que tú’ y luego la reedición ‘Soy una mestiza’. Son los más autobiográficos porque también me gustan como están envueltos los temas. Es rollo muy de banda que tanto me gusta.

P.: ¿Qué sería de Esmeralda sin la música?

E. G.: Ya no estaría aquí, me habría ido ya. La música me salva siempre. Cuanto tengo épocas de bajón y no sé para dónde tirar, siempre sale una canción. De hecho, tengo una que estoy deseando sacar que se llama ‘Confieso’, a piano y voz. Es una pasada. A los que somos músicos realmente de vocación nos salva de todos los momentos.

P.: ¿Qué planes de futuro tienes?

E. G.: La idea es esa, ir sacando canciones. Sale el ‘video lyric’, luego el videoclip, que a ver si podemos terminarlo y, a continuación, otro ‘single’, no sé si ‘Confieso’, aunque a lo mejor lo dejo como tercero porque hay otro que es ‘Métete en mis zapatos’, también muy chulo y es más de la onda de ‘Margaritas a los cerdos’. Pero la idea es ir sacando ‘singles’ sin pretensión de hacer un disco, pero porque no me da tiempo. Lo último que he hecho es la gira con Melendi y es un artista que trabaja mucho. Ahora me ha dejado unos meses libres y es cuando me he puesto con mis temas.

P.: ¿Te vas con él a la gira nueva de ocho ciudades?

E. G.: Sí. En teoría seguimos. A mi me ha mandado el calendario, así que, de momento, estoy dentro. Es otra manera de vivir la música, estás detrás, pero Melendi es muy generoso. Siempre presenta a la gente con mucho cariño y a mi, en concreto, me presenta como una artista más. No dice: «y a los coros…», te da tu sitio, me valora y estoy a gusto en su banda y apoyando su historia. Creo que empezamos en agosto y luego quiere hacer Sudamérica, así que me tengo que poner a buscar garitos para cuando tenga días libres de la gira, ir a tocar.

EsmeraldaZ56.mp3

Compartir
Twitear
Whatsapp

Noticias culturales

Mirad las últimas noticias culturales publicadas
Pinchad para la I Carrera Virtual Para la Investigación del síndrome del CDG
Comercio Justo

Entrevistas

Últimas entrevistas publicadas

Galerías de fotos

Todo Cultura Vega Baja Twitter

Todo Cultura Vega Baja Facebook

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad